El pasado 8 de marzo el mundo celebraba el Día Internacional de la Mujer y se festejaba, entre tantas marchas, con el estreno de la primera película con una superheroína como protagonista en el universo cinematográfico más rentable: Marvel.
Sin embargo, aunque el papel femenino ha ido encontrando su voz propia con el paso del tiempo y a través de numerosas marchas o eventos que buscan la equidad de género, la realidad aún dista mucho del ideal colectivo de las mujeres.
Mientras Capitana Marvel pone en alto lo que es capaz de hacer una mujer, otras películas muestran el camino que todavía falta por recorrer, como Big Eyes o The Wife, donde los roles femeninos son minimizados por la sociedad al grado de orillarlas a aceptar el camino fácil: expresar su arte, sus letras o su trabajo bajo el nombre de su pareja masculina, pues si no lo hacen de esa forma “nadie las tomará en cuenta”.
Según un informe presentado por McKinsey Global Institute en 2018, las mujeres representan menos del 40% de la fuerza de trabajo en el mundo y el 25% de las posiciones de gerentes a nivel global, por lo que la brecha laboral sigue siendo muy considerable.
Es cierto que hoy en día se construyen historias poderosas de mujeres, pero también es cierto que el trasfondo de estas historias no comparte los ideales expuestos. The Crown, serie que relata la historia del reinado más largo de Inglaterra gracias a Isabel II y sus decisiones tomadas por más de 65 años, vivió su pasaje más obscuro cuando salió a la luz que la protagonista, quien daba vida a la reina y ganó numerosos premios por su interpretación, recibía un pago menor al de su esposo en pantalla, solo por ser mujer.
Estas problemáticas no solo pertenecen al ámbito cinematográfico o al del espectáculo, actualmente las vivimos día a día en nuestro país y es provocada por el arquetipo tradicional de la Matriarca Mexicana, el cual nos dice que el rol a desempeñar por una mujer es fungir como esposa, ama de casa y cuidar de los hijos, todo esto con la falsa creencia de que estas funciones pueden afectar un correcto desempeño laboral.
Entre 2017 y 2018, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación recibió alrededor de 700 denuncias por presuntos actos de discriminación sufridos por mujeres, y de este total el embarazo apareció en 168 reportes, siendo casi la cuarta parte de todas las denuncias.
Independientemente de los padecimientos en el trabajo de la mujer con familia, la participación de la figura femenina en el campo laboral de México sí ha crecido, aunque de forma muy lenta, alcanzando apenas los tres puntos porcentuales (de 36.3% a 36.6%) de 2000 a 2016, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Tanta es la capacidad de la mujer para llenar estas vacantes empresariales que son ellas quienes tienen una mayor tasa de graduación en educación universitaria, con un 21%, comparada con un 18% de los hombres.
Lamentablemente, dentro de ese porcentaje de mujeres laboralmente activas, llegan a existir también diferencias salariales, tratos distintos y desigualdad de oportunidades en comparación con los colaboradores varones. Tanto hombres como mujeres poseen las mismas capacidades, algunas personas desarrollan unas más que otras, pero no hay prueba científica que las disminuya o aumente debido al género al que pertenecen. Es por esto por lo que las contrataciones, promociones e incrementos salariales deben ser proporcionales a las personas por sus habilidades y/o su desempeño, no por su sexo.
El camino para que las mexicanas aspiren a puestos directivos es largo, actualmente sólo ocupan el 31% de los puestos de alta dirección en México y el 7% de los miembros de juntas directivas, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2017); sin embargo, se espera que esta situación cambie en los próximos años.
Ante este escenario, la película de Marvel llegó con un paso más a la igualdad, demostrando que hay espacio tanto para hombres como para mujeres en cualquier industria, y el personaje de la amiga vino a confirmarnos que una mujer puede ser exitosa profesionalmente y seguir al cuidado de su hija.
Capitana Marvel llegó con un arquetipo refrescante: la heroína. Sobresalir no es algo sencillo y se puede tropezar, pero lo verdaderamente importante es encontrar la fuerza para levantarse y luchar por conseguir lo que se desea. Esta guerrera no trata de demostrarse autosuficiente, sino que aprende a levantarse sabiamente cada que lo requiere.
Aida Durán
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